1. La Ballenas Beluga:
Incomprensiblemente, a unas semanas para que termine el mandato de Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos está empezando a tomar decisiones que van en favor del medio ambiente y los animales, algo que hasta ahora había ignorado por completo y en este caso a favor de las ballenas beluga.

Si ayer os comentábamos que había decidido renovar por un año más el Production Tax Credit que subvenciona los proyectos de energías renovables, hoy os tenemos que anunciar que ha decidido tomar medidas especiales para proteger a la ballena beluga, especie que habita en la ensenada de Cook, en Alaska, y que ha sido declarada como "animal en peligro de extinción" como ya lo anunciaran en 2007 algunas asociaciones animales.

Sin embargo, Sarah Palin, gobernadora del Estado de Alaska, ha querido echar leña al fuego comentando que no hay pruebas científicas que demuestren que esa especie está en peligro de extinción en las aguas de la ensenada.

Según James Balsiger, director interino del Servicio de Pesquerías en la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera, la situación es preocupante:

A pesar de las protecciones ya establecidas, las ballenas beluga de la ensenada de Cook no se recuperan.

La asociación ha comentado que, aparte de la caza, los mayores peligros son la explotación y extracción de gas y petróleo y los vertidos contaminantes al agua que provienen de industrias cercanas a la zona.

Los datos son alarmantes. Entre 1994 y 1998 lo población de ballenas beluga en la ensenada de Cook se redujo en un 50%. Pese a las medidas que se tomaron desde entonces, no se ha conseguido recuperar el número de especies de antaño.